EL HUÉSPED. PAUL TURNER

Aprieta el botón de la planta baja. El ascensor Schlinder 2400, de tracción hidráulica, activa su mecanismo. Junto a sus piernas, una a cada lado, se ven dos maletas plateadas: una mediana, Samsonite Graviton, de policarbonato, 96 l., con ropa e instrumental; y una grande, con capacidad de 135 l., también llena, con algunos plásticos que envuelven partes de un cuerpo humano. Al llegar a la planta baja las puertas se abren, descubriendo lentamente al huésped. La gente del vestíbulo le hace dudar un poco, pero coge sus maletas y, con paso lento, inicia la salida hacia la puerta principal. El recepcionista gordo, saluda con seriedad. Él responde casi imperceptiblemente. La experiencia le ha enseñado a comportarse con tranquilidad, incluso a ser temerario. Alguien que hubiera cometido un crimen, no se detendría a hacer una llamada telefónica. Segundos antes de salir, frente a la puerta giratoria, decide hacer una llamada. A su derecha hay un teléfono público. Avanza hacia ahí, con una maleta en cada mano. El teléfono está ocupado, por lo que se detiene a una distancia prudencial, y espera su turno. La gente pasa por su lado, él echa un vistazo a su reloj Casio EFA-121D-1AVEF. Las 12.30. Parece que el hombre del teléfono termina su conversación. Es Paul Turner, quien retira las monedas que han sobrado, se gira de forma atolondrada y casi tropieza con una de las maletas. Paul Turner se disculpa, y no puede evitar sentirse atraído por las maletas plateadas, sus contornos, sus seductores brillos. Se aleja algo contrariado. El huésped aguarda en silencio, observando sin pudor a Paul, que continúa echando pequeñas miradas furtivas mientras se retira. Una vez solo, el huésped descuelga el auricular y marca un número imaginario. Mantiene una conversación ficticia. Se anima, gesticula y en un momento concreto asegura con su mirada sus maletas. Abre la boca de par en par, sus glándulas sudoríparas se activan, y un sudor frío atraviesa su epidermis. La maleta grande ha desaparecido. Información gratuita. El teléfono que ha marcado no existe.

7 Comments:

  1. hotelpostmoderno said...
    ¿qué os parece si llamamos a las marcas y pedimos patrocinio para editar la novela? Estoy por hablar con en el manager del Canto del Loco y hacer a un personaje fan, jejeje
    hotelpostmoderno said...
    No, El canto no, por favor. Seguro que al Corte I. le interesa y yo podría soportarlo mejor.
    hotelpostmoderno said...
    Podemos dejar un hueco en la novela para que se anuncien, algo así como "ANÚNCIESE AQUÍ. SU PUBLICIDAD MÁS POSTMODERNA".
    hotelpostmoderno said...
    si conoces al manager del Canto del Loco pasalé mi maqueta.
    hotelpostmoderno said...
    El huésped es un tipo curioso, seguro que acaba en la contraportada de alguna novela
    hotelpostmoderno said...
    Por favor, no mencionéis más a ese grupo, que ya les va demasiado bien para lo que aportan a nuestra música.

    (Carolina.)
    hotelpostmoderno said...
    aportan carátulas sobre las que puedan correrse las niñas de 15 años

Post a Comment